junio 2021

El origen del esmoquin: de las fiestas de la alta sociedad a la uniformidad de lujo

En el Día Mundial Sin Tabaco queremos hablaros de la historia de una de las prendas que más se ha relacionado con el acto de fumar. Hablamos del “Smoking”.

Se dice que en el siglo XIX, Eduardo VII, Príncipe de Gales por aquella época encargó a sus sastre Henry Poole que le diseñara un traje con el que pudiera sentirse cómodo y elegante a la vez para asistir a sus cenas privadas, dándole el nombre a la prenda de “Dinner Jacket” en Inglaterra.

Cuando James Potter visitó a Eduardo VII quedó fascinado por el traje del príncipe y encargó a Henry Poole otro traje igual. Y ya en Estados Unidos estrenó su traje para acudir al Tuxedo Park Club, por eso los americanos denominan a esta prenda “Tuxedo”.

Un malentendido que se ha quedado en nuestros armarios

En castellano se llama “Smoking” por error, ya que se confunde con las chaquetas que usaban los caballeros ingleses para fumar. El acto social de fumar era propio de la aristocracia masculina, que fumaban en los clubs de fumadores. Se cree que usaban Smoking Jackets como prenda para fumar y evitar que sus propias chaquetas olieran a humo cuando volvían a sus casas.

Lo que sí sabemos es que hasta los años 30 fue una prenda propiamente masculina, pero Marlene Dietrich, actriz alemana, lució el primer Smoking femenino en la película “Morocco”. Posteriormente, ya en 1966 fue Yves Saint Laurent el que introdujo el esmoquin femenino en su colección.

Un clásico de gala entre los uniformes más selectos


¿Y qué es un esmoquin entonces? Está compuesto por una chaqueta normalmente negra, aunque en la actualidad también se usan otros colores, con solapas terminadas en punta (más formal) o redondeadas, sin colas como el chaqué o el frac, y con el cierre al frente de un solo botón.
Los más puristas defienden las solapas en raso. La pajarita (obligatoria) es del mismo tejido que las solapas, al igual que el fajín (o el chaleco) y el galón de los pantalones, que serán habitualmente negros, y cuyo largo debe caer por encima del tacón del zapato.

No nos olvidamos de la camisa, blanca, con puños dobles y a veces con pliegues en el frontal.

En la actualidad, este conjunto de gala también forma parte de la uniformidad de grandes hoteles de lujo y de los restaurantes más exclusivos. En nuestras colecciones exclusivas para Four Seasons Madrid y para Mandarin Oriental Ritz no hemos podido olvidarnos de esta prenda icónica de la sastrería a medida.

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